Mi nombre
es Tate. Sin embargo, él no me llama así. Nunca se referiría a mí tan
informalmente, si es que se refiere a mí en absoluto.
Somos vecinos, y
una vez, fuimos mejores amigos. Pero entonces, un verano, me dio la
espalda y su misión ha sido fastidiar mi vida en cada oportunidad. He
sido humillada, evitada, y víctima de chismes durante toda la
secundaria. Sus bromas y rumores se hicieron más sádicos con el pasar
del tiempo, y estaba cansada de esconderme de él. Me preocupaba por lo
que estuviera a la vuelta de cada esquina y detrás de cada puerta.
Así que me fui.
Pasé un año
estudiando en el exterior y disfruté de la libertad de vivir sin Jared.
Ahora estoy de vuelta para terminar la escuela e irme de aquí para
siempre. Espero que después de un año de espacio para respirar, él haya
seguido adelante y se haya olvidado de mí.
Pero incluso si
no ha cambiado, yo lo he hecho. Ya no estoy interesada en evitarlo o
poner la otra mejilla. Vamos a estar cabeza a cabeza, ya que ninguno de
los dos quiere dar marcha atrás.
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