Peor aún, el nuevo inquilino está sacudiendo las manos como un hombre que no es sin duda el anciano Jack Wilson con quien ella hizo un acuerdo verbal hace tres días. Este Jack Wilson es un hombre alto, corpulento, gigante y ninguna cantidad de justa indignación puede enmascarar la respuesta sexual de todos los huesos de su cuerpo.
Jack nunca planeó hacerse cargo de la empresa familiar, es maestro, no un hombre de negocios. Pero con su abuelo en el hospital, ha tomado las riendas y condujo directamente al problema. Ahora se enfrenta a un grave error, y una hermosa, una mujer guerrera amazónica está exigiendo satisfacción.
Le encantaría dárselo, pero su idea de satisfacción no tiene nada que ver con los negocios, y todo que ver con conseguir a la diosa con curvas desnuda.
Cuanto antes, mejor...
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